viernes, 4 de abril de 2014

El peligro de los "errantes ciegos"

Con el término Blindgänger se designa en alemán a las bombas, granadas, minas y otros proyectiles de guerra que no llegaron a detonar. Casi 70 años después del fin de la 2ª Guerra Mundial, gran cantidad de material bélico yace aún en el subsuelo alemán.




Nadie sabe con exactitud el número de armas que permanecen bajo nuestros pies, aunque algunas estimaciones hablan de más de 100.000 unidades. En el área de Berlín y en la cuenca del Ruhr se registran las cantidades más elevadas, pero todas las regiones están afectadas en mayor o menor medida.

Para combatir el problema existen equipos dedicados a trabajar constantemente en la búsqueda y extracción de estos artefactos. Mediante imágenes aéreas los expertos tratan de determinar las zonas en que es más factible encontrarlos. Después, con ayuda de detectores, se rastrean los lugares a pie. Pero muchos de los explosivos son encontrados también por casualidad durante movimientos de tierras relacionados con la construcción de edificios, carreteras y otras obras, así como en actividades agrarias.

La aparición de bombas sin detonar es frecuente, y trae consigo un tremendo despliegue de seguridad. En muchos casos se trata de lugares habitados que deben desalojarse antes de proceder con la extracción. Es entonces cuando los artificieros entran en acción. Según las características concretas del objeto y el estado en que se encuentre, pueden optar por una desactivación in situ, por una explosión controlada o por un traslado sin desactivar. Así se eliminan cada año entre 5000 y 6000 unidades en toda Alemania.

A pesar de todo, a veces no pueden evitarse accidentes con trágicas consecuencias. Ocasionalmente, algunos de los proyectiles explotan de forma imprevista, causando cuantiosos daños materiales y personales. La última de las víctimas hasta ahora fue la que se produjo a principios de este mismo año 2014, tras explotar una bomba en la localidad de Euskirchen matando a un obrero que allí trabajaba. En 2010, otra bomba había causado la muerte de tres artificieros que trataban de desactivarla en Göttingen. En 2006, un operario de máquina murió en una explosión en las obras de una autopista en Aschaffenburg. Además, otras explosiones se han saldado en los últimos años con varios heridos graves y severos daños en edificios, algunos de los cuales tuvieron que ser demolidos.

Lo que quiero reflejar, en definitiva, es que no se trata de un problema menor, ni mucho menos. Yo me lo pensaría dos veces antes de ponerme a excavar por ahí...

El legado de una guerra persiste indefinidamente.

4 comentarios:

  1. En Colonia raro es el mes que no encuentran alguna. Sobre todo ahora que les ha dado por arreglar las orillas del rio y se ponen a excavar...

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    1. Manejar maquinaria en las obras puede considerarse un trabajo de riesgo...

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  2. Esta semana salía cómo noticia en un diario español que en Londres habían tenido que evacuar un vecindario porque se habían encontrado un tiesto... y que habían encontrado ya la friolera de... SIETE ARTEFACTOS DESDE 2009.

    El otro día hice un guá en el parque para jugar a las canicas y encontré el doble... en la cuenca del Ruhr raro es el mes que no saquen algo y monten la de Gott ist Christus.

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    1. Sí, sacar bombas del suelo sigue siendo casi rutinario. Después de tanto tiempo, da idea de lo que tuvo que ser aquella guerra.

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